viernes, 10 de mayo de 2013

PROFIRIA



Las porfirias son un grupo heterogéneo de enfermedades metabólicas,las cuales son generalmente hereditarias, estas son ocasionadas por la deficiencia en las enzimas que se encargan de lasintesis de el grupo hemo, que es el componente de la hemoglobina, parte esencial de los glóbulos rojos y del transporte de oxigeno y recolección del dióxido de carbono en el organismo provocan la acumulación tóxica de porfirinas y de sus precursores, como ALA (ácido-δ-aminolevulínico) y PBG (monopirrol porfobilinógeno). Hay ocho enzimas implicadas en la ruta metabólica del grupo hemo y siete tipos de porfirias, correspondiendo cada tipo a la deficiencia de una de las enzimas.


Los distintos tipos de porfiria se clasifican habitualmente según el tipo de enfermedad que causan. De esta manera, hay cuatro porfirias agudas, que afectan principalmente al hígado y generan ataques de dolor abdominal durante varios días como consecuencia de la acumulación de los precursores de las porfirinas: Porfiria por deficiencia de ALA dehidratasa, porfiria aguda intermitente (PAI), coproporfiria hereditaria (CH) y porfiria variegata (PV). Las otras porfirias afectan principalmente a la piel y no generan síntomas agudos en otros órganos: Porfiria eritropoyética congénita (PEC), porfiria cutánea tarda (PCT) y protoporfiria eritripoyética (PPE). Cuando las porfirias se acumulan en la piel pueden absorber energía solar que, cuando se libera, genera daños en las capas subyacentes de la piel. Las porfirias PV y CH, también generan síntomas cutáneos, por lo que en determinadas clasificaciones las consideran como “mixtas”, mientras que otras clasificaciones distinguen entre porfirias hepáticas (PAI, PCT, CH y PV) y eritropoyéticas (PEC y PPE), de acuerdo con el órgano en el que se produce la acumulación de porfirinas y sus precurosres, hígado o médula ósea.

¿Que es la PEC?

La Porfiria Eritropoyética Congénita (PEC), también denominada enfermedad de Günther después de su descripción por este autor en 1011, es una enfermedad hereditaria y la menos frecuente de las porfirias. En la PEC, la actividad de una enzima denominada uroporfirinógeno III sintetasa (UROS) es muy baja. Esto conduce a un aumento de producción de porfirinas, denominadas porfirinas de isómero tipo I, por la médula ósea. Estas porfirinas se acumulan en el cuerpo, especialmente en los hematíes, y causan los problemas propios de esta enfermedad.



¿ Que tan frecuente es esta enfermedad?

La PEC es extremadamente rara. Como es tan poco frecuente, se desconoce el número exacto de personas afectas de PEC. Se ha estimado que alrededor de 1 individuo entre cada 2 – 3 millones están afectos de PEC. La enfermedad puede afectar a hombres y mujeres igualmente, así como a cualquier grupo étnico.



¿Cuáles son las características de la PEC?

Las personas con PEC puede que no tengan todas las características que se describen aquí. Diferentes individuos pueden tener distinta gravedad de la enfermedad. Habitualmente, la enfermedad se manifiesta después del nacimiento o en la primera infancia, pero en ocasiones el inicio se retrasa hasta la adolescencia o la edad adulta.
  • En general, el primer signo que se detecta en niños recién nacidos es la emisión de orina roja. Esto es debido al gran contenido de porfirinas en la orina. La intensidad del color puede variar de un día a otro.
  • La piel es muy sensible a la luz, especialmente a la luz del sol directa o a la luz artificial intensa, como la luz muy intensa que se usa en ocasiones para el tratamiento de bebés con ictericia. Esto es la causa de que la piel se torne frágil y aparezcan ampollas o ulceraciones. Esto ocurre predominantemente en las zonas expuestas al sol, por ejemplo, en el dorso de las manos, la cara, pabellones auriculares y cuero cabelludo. La curación puede ser lenta y las heridas pueden infectarse. La repetición de ampollas, heridas y ulceraciones pueden causar cicatrices en la piel y calvas en el cuero cabelludo.
  • Algunos individuos pueden desarrollar oscurecimiento de la piel expuesta al sol.
  • Los ojos también pueden ser sensibles a la luz solar o artificial, lo cual puede causar ulceraciones y cicatrices en los ojos. Con el tiempo algunos pacientes pueden perder sus pestañas, lo cual favorece la irritación ocular por pequeñas partículas de polvo o fibras.
  • La anemia (hemoglobina baja), cuya gravedad es variable, es otra característica de la PEC. La anemia se desarrolla porque las porfirinas dañan a algunos hematíes, que son captados y destruidos por un órgano situado en el abdomen que se denomina bazo. Los síntomas de anemia incluyen sensación de cansancio, falta de respiración después de mínimos ejercicios y palidez de la piel. Un análisis de sangre confirmará la presencia de anemia.
  • El bazo puede aumentar de tamaño gradualmente y causar empeoramiento de la anemia y una reducción del número de plaquetas (las células de la sangre que participan en la formación de coágulos para detener la hemorragia) y de células blancas (las células de la sangre que combaten las infecciones) en la sangre, favoreciendo un aumento del riesgo de sangrado (como sangrados repetidos por la nariz) y de infecciones.
  • Los dientes presentan una coloración rojiza o marrón por las porfirinas, especialmente los dientes de leche.
  • Ocasionalmente, la PEC puede causar adelgazamiento de los huesos (osteoporosis). La osteoporosis puede ocasionar la rotura de los huesos (fractura) después de mínimos traumatismos.
  • Puede aparecer exceso de vello corporal, especialmente en la cara y dorso de manos.

¿Cómo se hereda la PEC?

La baja actividad de la enzima UROS es debida a alteraciones (mutaciones) en el gen UROS que codifica dicha enzima. Cada persona tiene dos copias de cada gen, una heredada de su madre y otra de su padre. Para desarrollar la PEC, la persona debe tener dos copias del gen mutado, cada una heredada de un progenitor, como se muestra en el diagrama. Esta forma de herencia se denomina “autosómica recesiva” (“autosómica” porque el gen no está localizado en los cromosomas sexuales). Aunque los progenitores de individuos con PEC pueden transmitir el gen mutado a algunos de sus hijos, ellos mismos no tienen la enfermedad, debido a que poseen un gen normal. De manera similar, algunos hermanos o hermanas de la persona afectada pueden también heredar el gen mutado de uno de sus padres, pero no padecen la PEC debido a que heredan el gen normal del otro progenitor. Los individuos que tienen un gen mutado y un gen normal (como los padres y dos de los hijos del diagrama) se denominan “portadores” de la enfermedad.
Normal UROS gene = Gen UROS normal    Mutated UROS gene = Gen UROS mutado

Madre no afecta
Padre no afecto
      
Uros gene
Hijo no afecto
Hijo no afecto
Hijo afecto
Hijo no afecto
Cuando padre y madre, ambos, son portadores, cada uno de sus posibles hijos (aún no nacidos) tiene un riesgo de 1 sobre 4 de tener la enfermedad y un riesgo de 1 sobre 2 de ser portador. El riesgo de que el hijo de un portador pueda tener la enfermedad es extremadamente bajo, debido a que es muy poco probable que su pareja sea también portador (la mutación genética que causa la PEC es muy rara en la población general), a menos que sean familiares próximos. Todos los hijos de una persona con PEC serán portadores, pero es muy poco probable que tengan la enfermedad.

 ¿Cómo se diagnostica la PEC?

La PEC puede ser sospechada en niños (o raramente en adultos) que presentan las características clínicas descritas previamente. El diagnóstico se confirma mediante la cuantificación de porfirinas en la sangre, orina y heces. Estas muestras deben mantenerse protegidas de la luz hasta el momento del análisis. Debe también tomarse una muestra de sangre para la búsqueda de mutaciones genéticas.

¿Se puede hacer el diagnóstico de PEC durante el embarazo?

Las pruebas para el diagnóstico de PEC durante el embarazo no se realizan de manera rutinaria. Sin embargo, la enfermedad puede ser diagnosticada durante el embarazo en aquellas familias que ya han tenido un hijo con PEC. En esta situación, a las 16 semanas del embarazo se realiza la prueba denominada “amniocentesis”. Alternativamente, a las 12 semanas del embarazo se puede realizar otra prueba denominada “biopsia de vellosidades coriónicas”, mediante la obtención de  células de la sangre de la placenta. Estas células son examinadas para conocer si son portadoras de mutaciones en el gen de la UROS que causan PEC.

¿Se puede curar la PEC?

Actualmente, el único tratamiento curativo de la PEC es el trasplante de médula ósea (TMO). Esto consiste en trasplantar médula ósea sana de otra persona (donante) al paciente con PEC (el receptor). Después de un TMO eficaz se resuelven las características clínicas de PEC, tales como la fotosensibilidad o la anemia. Sin embargo, las cicatrices de lesiones previas de la piel son permanentes.
Para que un TMO tenga éxito se requiere  que la médula ósea del donante tenga una buena identidad con la del receptor. La TMO es un tratamiento de alto riesgo e inicialmente se precisan potentes tratamientos que inhiban el sistema inmune del receptor para prevenir el rechazo. Actualmente, el TMO está reservado para aquellos individuos gravemente afectados que tienen un donante de médula ósea idéntica.